Estamos siendo testigos del génesis de una relación constructiva entre las autoridades europeas de la competencia y el arbitraje internacional. Durante mucho tiempo, las instituciones europeas han sido consideradas cautelosas o incluso hostiles frente al arbitraje. Sin embargo, determinados avances de la Comisión Europea en los últimos años muestran un cambio en su tendencia.
El cambio en la tendencia de la Comisión frente al papel que el arbitraje juega en el control de las fusiones y adquisiciones es de una relevancia altísima. En realidad, el control de las concentraciones establecido en la regulación del Consejo para las fusiones y adquisiciones consiste en un control administrativo preliminar que parece excluir cualquier posibilidad de recurrir al arbitraje. No obstante, en los últimos años la Comisión Europea ha recurrido al arbitraje para el control de los acuerdos tomados por las distintas entidades en el contexto de las fusiones y adquisiciones. El uso del arbitraje se ha convertido en una práctica extendida y establecida y ha sido institucionalizada a través del «Notice on Remedies, Merger Regulation (“Draft Notice”)» que se refiere expresamente al uso de cláusulas arbitrales en el control de fusiones y adquisiciones de la Comisión Europea.