La nueva Ley de Arbitraje Voluntaria de Portugal (Ley 63/2011) ha sido preparada por la Dirección de la Asociación Portuguesa de Arbitraje, a pedido del Gobierno. La ley sigue las soluciones de la Ley Modelo UNCITRAL y también se inspira en las más modernas leyes arbitrales, como es el caso de Alemania, Suiza, España, Inglaterra y Perú. Además de ampliar el ámbito de la arbitrabilidad, admite las órdenes de procedimiento ex parte, las medidas cautelares y es muy explícita sobre la necesidad de independencia e imparcialidad de los árbitros.
Las reglas de la cooperación con el Poder Judicial son mucho más claras, reforzando los deberes de los Tribunales, pero manteniendo la autonomía de las decisiones arbitrales, que no pueden ser analizadas si hay motivos para anulación, pero entonces, de acuerdo con estándares internacionales.
La intención del Gobierno y del Parlamento ha sido también crear una ley comprensible para las empresas extranjeras y sus abogados y que no tenga interferencias de las reglas procesales internas. Con eso se piensa que ciudades portuguesas puedan ser elegidas como sede para arbitrajes internacionales, sobretodo en relación con países de lengua portuguesa como Brasil, Angola y Mozambique.