Este trabajo académico desmitifica el mal llamado ‘discovery arbitral’ y delimita el alcance de la bien denominada ‘producción de documentos’ en el arbitraje internacional. Además, aborda las principales críticas de los actores del arbitraje frente a este procedimiento probatorio. El autor identifica cuál es el verdadero problema con la producción de documentos, pues, considera que es la única manera de encontrar una solución que verdaderamente resuelva las críticas de la comunidad arbitral. Con ánimo propositivo, en este artículo se exploran algunas herramientas para que se pueda alcanzar un escenario ideal y, en consecuencia, no privar a las partes de requerir documentos que no tienen en su poder y mitigar las desventajas que la mala práctica de la producción de documentos podría generar.