Hasta la decisión comentada, la cláusula de arbitraje, contenida en un contrato internacional de consumo, era válida y oponible al consumidor según una jurisprudencia constante de la Corte de casación francesa, que aplicaba sin fallar el efecto negativo del principio “compétence-compétence”, establecido por el artículo 1448 del Código de procedimiento civil, y según el cual, el tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia competencia.
En su decisión del 30 de septiembre 2020, la Corte de casación francesa descarta la cláusula arbitral contenida en un contrato de consumo internacional, apartándose, de esta manera, de su jurisprudencia sobre esta materia. Su decisión se basa con dos análisis que pueden ser criticados:
Iurgium [previously Spain Arbitration Review]